
En esta editorial en Tabarca, una pequeñita isla en la costa de Alicante, el trabajo de todos ha sido excepcional, no solo por el nivel de cada uno de los que formaron el equipo, sino por las características de la ubicación. El escenario es un marco incomparable donde las calles empedradas y el mar hacen de ella un lugar único en el que celebrar una boda.
Cuando Sussy de Sweet Angel se puso en contacto conmigo, no dudé ni un momento en estar presente con mi trabajo.
La fotografía es de Oscar Guillén y el videógrafo fue José Botella.
Sussy escogió dos vestidos maravillosos de Lorena Merino, un dos piezas con un cuerpo de cuello halter y falda de crepe y tul bordado en algodón y el segundo, un vestido tipo cocktail de tirantes más enfocado a una boda de noche. Del maquillaje y peluquería se encargaron Raquel Castillo y Javier Más.
Para la sesión elaboramos dos piezas, una de ellas una diadema de novia en la que las perlas son las protagonistas evocando al mar, buscando al mismo tiempo sobriedad por la rigidez de la base entelada, pensada para una boda celebrada por la mañana. La otra pieza, con un aire más etéreo, una corona joya de novia, en la que combiné piedras semipreciosas como la labradorita y el citrino, con florecitas de metal, cerámica y semillas de eucalipto naturales.
De la decoración floral se encargó Chitina, un trabajo elegantísimo que fusionado con la decoración de las mesas a cargo de Mafesa Integral, y conjugado con las piezas únicas de cerámica de Laura Maldonado, y el juego de luces de Ledilux, hacían que el ambiente se cargara de un romanticismo ensalzado.
Fille du Soleil diseñó la papelería en un tono de azul que encajaba a la perfección con la idea que quería transmitir Sweet Angel con esta editorial.
Caperucita Cakes fue quien puso el punto dulce en esta editorial, y Globomur preparó un arco de globos transparentes a través de los cuales el Mediterráneo todavía se veía más azul si cabe.
Un abrazo.
Laura Murcia.